Fluyen las palabras,
se escapan entre mis dedos
llevándose consigo aquello
que nunca fui.
Ríen las muchachas,
me miran con ojos tiernos,
atusándose el cabello
con frenesí.
Vives cuando hablas,
no existes cuando tus labios
no encuentran ningún orgullo
que herir.
se escapan entre mis dedos
llevándose consigo aquello
que nunca fui.
Ríen las muchachas,
me miran con ojos tiernos,
atusándose el cabello
con frenesí.
Vives cuando hablas,
no existes cuando tus labios
no encuentran ningún orgullo
que herir.
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