domingo, 8 de marzo de 2009

Vive la vida


"Vive la vida", me dijo.

Yo no me lo podía creer, pero el caso es que la sentí muy cerca, demasiado cerca; vi sus ojos enfrente de los míos, que me miraban fijamente, y yo no podía escapar a su embrujo. No sé cómo pasó, pero su cara se acercó a la mía, lenta, muy lentamente, y yo no podía dejar de mirar sus ojos.

Y de pronto me besó, ella me besó. Un beso húmedo, sincero, dulce, que me duró un instante, aunque no puedo decir ciertamente cuanto tiempo pasó desde que se juntaron nuestros labios hasta que, como por inercia, se volvieron a separar. No sé cómo explicarlo, pero no sentí nada de lo que había creído y esperado sentir llegado ese momento; me sentí feliz, no es una palabra que me guste, pero es algo que se acerca (muy poco) a lo que experimenté en ese instante de paz y serenidad.

Todo surgió demasiado rápido, y tan rápido como vino, se fue; pero me quedó para siempre en mis labios el sabor de los suyos...

1 comentario:

  1. Escribes genial, cosa rara en un chico (sé que suena sexista y no me gusta serlo, pero... )

    Un saludo ;)

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