viernes, 10 de abril de 2009

Lecciones


¿Qué es lo que te pasa?

Me falta ella, tío, sin ella me falta el aliento, la ilusión por las cosas sencillas, las ganas de ser buena gente... Y me duele pensar que quizás se haya olvidado de mí, o que ya no me recuerde como antes. ¿Sabes lo que pienso? Sí, quizás sea eso, ha encontrado a otro.

¿Por qué piensas eso?

No sé, quizás no es así, pero no sé por qué me lo dice el corazón. Hace tiempo que no hablo con ella, no sé nada de su vida, de lo que le pasa, sus aventuras,... Tal vez es mi culpa, no la llamo todo lo que debería, ni muestro mucho interés... pero lo tengo, que quede claro; es sólo que... bueno, no sé, soy demasiado cobarde.

¿Por qué cobarde?

Mira, entre tú y yo, con ella nunca he llegado a nada serio, ni por asomo, nada de compromisos ni locuras de esas. Así que es una gilipollez el que esté ahora preocupándome por algo que no es mío. Soy un puto cobarde, me cuesta la vida decir las cosas como de verdad las siento, y no porque no quiera, sino porque simplemente no puedo. Hay algo dentro de mí que actúa contra mi instinto natural, que me reprime; no sé qué es, ni por qué actúa así, pero el caso es que vivo en una lucha constante con mis sentimientos...

¿Qué es a lo que temes?

¿A qué le temo? Déjame pensar... al fracaso, tal vez. Sí, definitivamente el fracaso, el que piense que soy un pobre idiota encandilado, que no enamorado, cuando no es así como estoy... No sé, temo el no poder complacerla en el momento de la verdad, el no saber mantenerme a la altura de las circunstancias, el caerme cual montaña de naipes... Ésos son mis miedos.

¿Y por qué no lo intentas?

¿Por qué debería?

Cuando no tienes nada, nada puedes perder...

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