Gracias

Recuerdo el primer día que te vi; desde el mismo momento que me miraste (se me quedó grabado a fuego ese instante), supe que eras diferente a todas las personas que he podido conocer en mi vida... Me fascinó tu mirada verde grisáceo; furtiva pero intensa; tímida pero cálida, muy cálida...

El destino nos juntó, y gracias a eso pude conocerte mejor; lejos de desengañarme, quedé completamente arrasado por tu forma de ser, de decir las cosas, de reaccionar ante situaciones que yo no habría sabido afrontar...

Nunca he sabido cómo darte las gracias por todo lo que has hecho por mí, aunque fuera inconscientemente... y tampoco se me ocurre ahora nada.

Así que, sin más... Gracias; gracias por existir, gracias por ser así, y por haber entrado en mi vida.

Necesito verte...