miércoles, 18 de enero de 2012

Como el sueño que tan rápido llega, se va,
el que apenas recuerdas entre las sábanas
de una mañana oscura,
creí conocerte, desentrañar tus
ideas de mente despierta,
e imaginé historias
que sólo tú acaparabas,
espejismos en una realidad
rota y distorsionada.
La imaginación se durmió,
como un perro flaco a la brisa
fresca del invierno,
y ninguno de los dos dijimos nada,
perdidos entre palabras
que nunca supieron qué significar.

Faltó el valor de volvernos locos,
la sinrazón de buscarnos
para hacernos compañía,
la humildad de sabernos solos,
mendigos de cariño
y alguien a quien culpar
de los errores que nunca cometimos.
Y la vida,
como aquel sueño,
se fue.

1 comentario:

  1. A veces solemos poner demasiadas expectativas sobre la otra persona sólo por el hecho de buscar quien cobije nuestros sentimientos....
    preciosa entrada,,,,

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