lunes, 12 de marzo de 2012

Bebe y olvida,
veré tu voz en algún lugar apartado,
dirás que lo olvidaste,
diré lo que quieras oír,
y el silencio se hará tierra,
mojada y transitada,
huella inscrita
en el suelo gris.
Busca. Búscate.
Recorre los páramos desiertos
del hogar que abandonaste,
cuida la infancia que un día
perderás, entre versos
que ella nunca ha sentido
como suyos.
Si te pierdes, encuentra.
Todo sigue ahí,
oculto en la memoria, quizás,
esperando un abrazo,
la caricia que mate el letargo.

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