Helado de fresa

-Ven aquí, que te quiero comer.

-Vamos a salir a dar una vuelta, hace calor y quiero tomar el aire.

-¿Me prometes que me invitarás a un helado de fresa?

- Te prometo que conmigo te lo vas a pasar bien.

- ¿Ah, sí?

- De veras.

- Pues en ese caso no quiero salir a ningún sitio.

- ¿Pero por qué?

- Porque no quiero que me prometas nada, te estaba poniendo a prueba.

- ...

- Quiero que no prometas, sino que te comprometas, que los ratos que pase contigo me sepan a helado de fresa y me hagan olvidar mis problemas, que tus besos me hagan recordar las tardes azules de verano a la orilla del mar, y que tus ojos me cuenten historias cuando me vaya a dormir... No me prometas nada, quédate conmigo... nada más.