viernes, 24 de abril de 2009

Wrong


Tenía pensado seguir con la tontería que se ha hecho dueña de mí en los últimos días, pero he considerado que ya es hora de que os deje tranquilos a vosotros, apreciados mortales, pues no creo que haga ningún bien a nadie (sobre todo a mí mismo, siendo egoísta) con todo lo que he estado escribiendo.
No estoy bien, creo que salta a la vista, y aunque intento disimularlo lo mejor que puedo delante de la gente que me rodea, dudo mucho que consiga ocultarlo del todo. Estoy en la época más extraña, surrealista, de mi vida. Y también la más difícil e intensa; nunca antes había tenido los sentimientos tan a flor de piel, nunca me habían afectado tanto las cosas.
Y es que no sé lo que quiero.
A día de hoy, disfruto más que nunca con lo que estoy haciendo, estudiar fotografía. Me apasiona, no puedo negar que el día en que cogí mi cámara me cambió la vida, para siempre. Hasta entonces, tenía una vaga idea de qué quería hacer en la vida... Tal vez estudiar periodismo, o publicidad, o comunicación audiovisual, pero sinceramente, nada me entusiasmaba tanto como para dejarme varios años de mi vida en ello.
Entonces me admitieron en el ciclo. Como ni caído del cielo. Receloso al principio (dos o tres días, no más), la cosa empezó a entusiasmarme, y atisbé por momentos un futuro, mi futuro. Genial, eso es lo que quería, ¿verdad?

Hasta hace pocos días. De la noche a la mañana, no es que haya dejado de gustarme la fotografía (ya digo que es casi un vicio para mí); he empezado a perder de vista mi futuro, simplemente. Porque sé que me gusta la fotografía, y que me haría ilusión dedicarme a ello, pero he descubierto que soy incapaz de sacrificar nada.
Sacrificar momentos a ratos tediosos, otras veces algo más estimulantes, pero que en conjunto me producen una sensación de hastío. Que conste que aborrezco esto que voy a decir, pero siento como si yo estuviera por encima de todo ello; ¿por qué tengo que echarle tantas horas, tantas ganas, a algo que me sale solo casi por instinto? Sonaré engreído, tal vez lo sea, o más que engreído soy un completo idiota, que se cree alguien cuando en realidad no es más que una más de las millones de almas que pueblan el planeta Tierra.
La cuestión es que labrarme un futuro ha dejado de ser una prioridad para mí. Craso error, lo reconozco, y más cuando ni siquiera sé cuáles son las prioridades que han sustituido a esa otra. Increíble, pero cierto.

Ahora estoy en tierra de nadie, en un desierto enorme, aislado, caminando hacia un lugar al azar, como si no importara el destino; al fin y al cabo, todos acabamos en el mismo sitio, así que ¿qué más da?
Pues importa mucho, y esto lo digo para que nadie cometa el mismo error que estoy cometiendo yo ahora, y comience a cavarse su propia tumba... Que todavía queda mucha vida por delante, muchos momentos que vivir...

Disfrutad vosotros, que podéis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario