jueves, 25 de junio de 2009

Una nube tapa el sol, de pronto,
y la luz se hace menos intensa,
y dolorosa.

Por un instante pienso que
quizás esa sonrisa que
me dedicaste esta mañana,
y que me hizo despertar,
tuviera realmente
algún significado.

Me cuesta la vida
mirarte a la cara,
a los ojos;
me hipnotizas, me haces soñar,
me atrapas dentro de tu red.

¿Pero realmente estoy dentro?
¿Realmente sería capaz de
poder darte todo lo que quisieras?
¿Sería capaz de quererte,
de dar la vida por ti?

Me siento un cobarde,
cuando te hablaba, esta mañana,
no comprendía mis palabras;
¿qué podía decirte más importante
que lo que realmente te quiero decir?
Todo y nada. Nada.

Ya no estás.
Pasarán algunos meses antes
de verte de nuevo;
quizás olvide tu voz,
quizás olvide tu aroma,
pero lo que nunca voy a olvidar
son tus ojos, de un verde claro
que me arrebatan el alma.

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