domingo, 28 de febrero de 2010

Una ventana abierta,
cortinas de seda ondeando
como a cámara lenta,
un sofá azul,
el sonido apagado
de una canción
que pasan por la radio,
el olor a jazmín y sal,
el tacto de tu piel.

Una carcajada
antes de medianoche,
un cigarro que se consume
en un cenicero,
el sonido de los grillos
invisibles,
una copa que reposa
sobre la mesa,
el brillo de tus ojos.

El sabor amargo
del final de una noche,
la soledad infinita
cuando se adivina el sol
tras el horizonte,
el frío que te invade
cuando sopla brisa fresca
y no tienes a nadie a tu lado
a quien abrazar.

1 comentario:

  1. Me gustan tus poesías, aunque las veo impregnadas de una gran melancolía y expresan un cierto nihilismo ante la vida,¿eres en verdad así?, ¿0 solo cuando escribes? Un fuerte abrazo.

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