viernes, 10 de diciembre de 2010

Dame la mano ahora
que las nubes se cierran
sobre nosotros,
y el futuro no es más
otro reflejo en un cristal,
turbio y confuso;
camina a mi lado
y sé mi guía mientras
esta oscuridad creciente
vele mis ojos cansados.
Háblame y hazme creer
en ti, en la vida que perdimos
en el camino,
derribando nuestros ideales
con los puños ensangrentados,
furiosos e irracionales.
Enséñame a sentirte cerca,
en nuestro pequeño mundo,
donde nada pueda eclipsar
la luz de tus ojos.

1 comentario:

  1. El futuro no importa si logras encontrar la luz de unos ojos que estén ahí. Ni siquiera tienen que enfocar un camino; es y sería suficiente con que se supiera que tienen luz. En sí mismos.

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