lunes, 25 de julio de 2011

Hablamos en círculos,
como dos buitres
sobre un cielo azul,
acechando los deshechos
de esta relación moribunda.
Cara a cara, escasos centímetros,
reímos como hienas;
ira, decepción, la locura del ser
se dispara contra tus ojos,
y sólo quieres llorar,
y sólo puedes reír.

Te cuento mentiras
y tú no me dices nada,
callas tu maldita boca
y tan sólo ríes.
¡Ríe, ríe hasta llorar,
sé feliz, y aléjate de mí!
Déjame aquí, mirándote,
observando tu cuerpo bailar
a media luz,
mientras otras manos
te pretenden sin quererlo;
beberé hasta perder
el conocimiento,
hasta olvidar por unos instantes
la razón de mi existencia.

Recordaremos los veranos
y te hablaré al oído, una vez más,
como queriendo recuperar
el tiempo que nos mató;
tu media sonrisa
y tu perfume sereno
me harán perder el control,
una vez más,
volveremos en círculos,
y hablaremos en círculos,
todo seguirá igual,
hasta que el cielo se caiga
a pedazos,
o nos dé por cambiar.

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