martes, 15 de mayo de 2012

La luz azul indica que han terminado,
los días en que quise agarrar,
oculto tras de ti,
esa mano que mentía
sobre las verdades
e historias que escribías
cada sábado por la mañana;
encontrar tus fotos
perdidas en las esquinas,
entre imágenes y aleatoriedades
de meses atrás,
es como esa bofetada
que quise sentir,
física en mi rostro,
aquella última vez que te vi.
Todo ha pasado
y soy algo más viejo,
la barba se aferra a mí
como yo me aferro a ella,
mientras me escondo
y río, y hablo, aplaudo
canciones, versos y melodías,
mientras imagino que sería de mí
en mis sueños cumplidos;
quizás, yo qué sé,
gritar (gritarte) frente a mil personas
que me gusta esta sensación,
que estoy ausente del dolor
y la rabia,
que todo acabó
y no quedan rastros,
que grito, grito y grito,
me dejo la voz y canto;
que quiero estar aquí,
donde tú no alcanzas a llegar.

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