jueves, 21 de junio de 2012

No sé qué esperaba,
si después de tanto tiempo,
la vida sigue
y nos daba igual ya.
Y que, aunque mintiera,
ya no me lo permito;
aunque me aceche tu sombra,
el sol quema en el cielo,
esfuma mis pensamientos
como al rastro de un charco
en el suelo.
No queda nada que decir, que hacer,
más que empezar de nuevo;
si es preciso, sin prisa;
si no lo es...
¿y qué, si no lo es?

Quedan días,
para amar, hablar, follar;
yo brindo por ellos.
Y que vengan.

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