Quiero saltar, me apetece, de veras. Saltar por encima de todo y de todos, sentir el aire sobre mi cara, alzar los brazos y sentirme volar, por un solo instante, ajeno a las preocupaciones de la vida.
¿Conoces esa sensación de no pesar nada, de cerrar los ojos y sentir cómo subes y vuelves a caer al vacío; cuando la sangre se te sube a la cabeza, sólo por un instante, y pierdes el control?
Es maravilloso el poder siquiera sentir, no importa qué: dolor, alivio, placer,...
Quiero exprimirlo todo, al máximo, no quiero dejarme nada, todo es importante; me da igual lo que me pase, me da igual incluso morir, si al final he sabido ser yo mismo y disfrutar de la vida a mi manera...
Y no voy a esperar más...
Tu publicación me ha recordado a una frase de la película El Club de Los Poetas Muertos: "Hay que sacarle a la vida todo el meollo"
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