jueves, 17 de marzo de 2011

Suenan Los Planetas de fondo,
y no sé por qué,
me vienen a la mente
esas noches de Mayo,
que ni son verano
ni dejan de serlo;
cielo estrellado,
de un azul
inmensamente profundo,
y cervezas en la terraza
de mi casa;
música como desayuno,
merienda y cena,
como un chute de adrenalina
en las venas;
se va Mayo y llega el Verano;
a J. no hay quien lo entienda,
pero no me puedo imaginar
otra banda sonora mejor;
la vida y cien mil
mañanas soleadas por delante,
viajes en coche a la orilla
del Mediterráneo,
mientras el sol te calienta la cara
a través del parabrisas;
noches de mar y brisa,
sombras chinescas
en la arena,
besos de madrugada
regados en cerveza y sal;
el sol nos espera bajo el horizonte,
echamos unas risas en el coche
de vuelta a casa,
y dormimos felices y borrachos,
como si nada hubiera ocurrido,
toda sombra de pasado o futuro
borrada con nuestras huellas
sobre la arena.

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