lunes, 12 de septiembre de 2011

Segundos como años,
y días que se pierden
con tus ojos de la mano,
palabras necias
para oídos sordos,
voces a través
de las sábanas.
El dinero que te llena
arde al contacto
con mis dedos,
la noche ya no vale nada
cuando lo único
que sabes hacer
es callar junto a mí.
Sentidos que no capto,
señales en la niebla
de tu mirada,
premisas y promesas
de algo que nunca será.
Y dirás que no me has visto,
cuando choques contra mí,
ciega de decepciones y alcohol,
yo no te diré nada,
el tiempo hablará por mí.

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